jueves, 31 de diciembre de 2009

EN EL PARQUE




Muy cerca de mi casa hay un parque, con flores, setos, fuentes, un pequeño lago donde unos patos se zambullen en perfecta armonía con peces de colores.
Los ancianos toman el sol mientras los niños juegan, algunos vecinos pasean a sus perros, estos husmean por todas partes moviendo alegremente sus rabos.
Yo siempre oí a los mayores contar que el parque estaba encantado, de pequeña escuchaba con atención historias sobre duendes, libélulas que tenían pequeños cuerpos luminosos, hadas decían que eran.
Es posible que no os creáis lo que hace unos días me pasó, yo también me quedé confusa pensando que mi imaginación me jugaba una mala pasada.
Allí en un rincón entre la hojarasca seca asomaba un pequeño sombrero ¿una seta? Sí, aparté las hojas y descubrí una tierra húmeda en la que crecían un puñadito de setas, las observé con atención, pensando si serían comestibles, cuando me disponía a coger una, no lo podía creer, un diminuto ser me atacaba con una microscópica vara mientras una libélula pasaba rozándome amenazadoramente la nariz. Esta comida es mía, me chillaba el hombrecillo, nos ve, nos puede ver, decía moviendo intensamente sus alas la pequeña hada.
En aquel momento los rallos del sol dejaron al descubierto centenares de diminutas luces volando a mí alrededor, ¿hadas? Sí y gnomos, un poblado de diminutos seres, el parque, realmente estaba encantado, vivo.
Con una sonrisa y muy despacio fui retirándome no podía pisar a ninguno.
Tenía que poner mis ideas en orden, el parque efectivamente estaba encantado y yo lo había visto… continuará… o no.

martes, 29 de diciembre de 2009

AMIGA






A fínales de otoño me despedí de una amiga,
llegó cuando la primavera todavía era una promesa.

Al despedirnos la note triste, abatida, desalentada,
mantuvimos un breve diálogo, yo, con la mejor de las intenciones intente darle ánimos.

Ella, más realista, me expuso sus razones, soy extranjera
en todas partes, no importa en la dirección que vaya,
intento levantar mi casa y para ello utilizo la escasa energía que a mi llegada me queda.

Hubo un tiempo en el que éramos bien recibidas
ya que somos trabajadoras tenaces,
pero hoy cuando levantamos nuestra casa la destruyen,
les molestamos, no nos necesitan.

Nos vamos, cada día somos menos, pero la primavera que viene regresaremos, no somos rencorosas, os queremos, os necesitamos.

La mire a los ojos, extendidas sus alas emprendió el vuelo,
en un grito de silencio le susurré al oído: cuando era niña
yo jugué contigo y nunca te olvido.
Golondrina, en la primavera cruza los mares, vuelve a tu nido.

domingo, 27 de diciembre de 2009

recuerdos





Siempre hay una primera vez para todo,
incluso para recordar el pasado.

Recordar mis primeras muñecas,
mi Mariquita Pérez,
el primer libro, Antoñita la fantástica,
mi primer libro de poemas,
con diez cañones por banda viento en popa a toda vela,

y ese primer libro que no sabes de donde sale,
no es propio para tu edad y lo lees a escondidas.
Después recibes una regañina pero no importa,
ya lo has leído, La buena tierra, de Pearl S. Buck.

Pasa el tiempo y pierdes las muñecas,
tu primer libro de poemas,
y ese otro libro que no era apropiado para tu edad,
pero todo permanece en tu memoria.

Hoy estamos en navidad y todos mis recuerdos han regresado,
Marirquita Pérez, mi libro de poemas, Antoñita la Fantástica,la buena tierra,

Nunca pude imaginarme en el pasado cuando todo esto sucedía
que hoy en este presente estaría aquí escribiendo esto,
doy las gracias a mi hija mayor por hacerlo posible.

 Éxodo 22, mi ira se encenderá y os matara a filo de espada.   Hola Pichín, hace algún tiempo que nos conocemos, bueno, que te conozco. ...