
Arena hasta las orejas,
sí, hasta el mismo sistema auditivo.
El día amanecio radiante,
uno de esos días en los que dices !bien!
hoy me pongo como un cangrejo,
sí, esos animalejos que caminan hacia detrás,
!y que bullicio de gente!
y "arena."
Cuando puse tímidamente mis pies sobre la cálida arena,
dije, bueno, dije lo que dije, dejémoslo así,
¿cálida? brasas me parecían,
llamas encendidas escondidas entre la arena,
eso creí yo. Arenas blancas,
al sol sus granos parecían pequeños cristales, punzantes.
Aun así, seguí caminando despacio, saboreando el momento.
A lo lejos el mar, lleno de vida,
grandes pájaros zambulléndese
sin decoro en sus aguas frescas.
Y mis pies ardiendo sobre una cálida arena,
al fin llegué,
llegué, alcancé esas partes húmedas y areniscas arenas
en la que los más pequeños juegan
hacen castillos, alzan muros con pequeños cubos
llenos de esa húmeda y calida arena.
Castillos de arena,
fortalezas, de arenas donde esconder los pies
y tanbien las orejas.
jo, pues que suerte! yo bajé ayer a la playa pero hacía fresquito para tomar el sol y mucho viento! también acabé de arena hasta las orejas!!! si mañana hace calor me voy a la playa en cuanto salga del trabajo!!! Besos!
ResponderEliminarHola. Yo estoy deseando poder ir a la playita. ¡ Qué envidia me dais! pero a mí también me llegará el momento.
ResponderEliminarUn beset
Cris
Un estupendo "día de paya" Me encant´leerte.
ResponderEliminarUn beso
No me gusta especialmente la playa para bañarme, pero si mucho, ¡muchissssimo! Para pasear por la mañana muy temprano, incluso al atardecer.
ResponderEliminarLa brisa marina, me hace recordar mi infancia, la luz en la arena y en las ropas de las personas, me recuerda a mi pintor preferido, Sorolla. El color del Mar, los ojos de un amor, el sonido de las olas,
me pone melancólico de no se que sentimientos, el sabor salado en los labios... a besos de jóvenes años. Todo lo que sea menos tomar el sol y bañarme.
Somos, como diría Serrat:
Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas
duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,
y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.
No me gusta la arena nadaaa!! pero como dice Dani...pasear por la orilla en el crepúsculo con una buena compañía es de los mejores placeres de la vida...cuidado no te quemes y ponte cremita que el sol ya empieza a castigarnos, simpática entrada cielo, besitoss preciosa
ResponderEliminarHola hija!¡Salir de tu casa y pisar la arena! que gozada, un beso.
ResponderEliminarCris, el Domingo repetición de la jugada ¿te apuntas? saludos.
Corlos yo si que estoy encantada de poder leer tus poemas, gracias un saludo
Hola Shiro!!El mar para mí es LIBERTAD,y esa canción de Serrat, muchos, muchos recuerdos,saludos.
Arwen, ¿seguro que no eres un poco brujita? vengo de tu blog, precioso poema, un saludo
Hola... esa arena repleta de granos, como una paella. Pero los de ella, saben mejor, cuando no queman, y no se meten por las orejas. Qué buenas paellas he comido en las Albuferas, Lasaflor.
ResponderEliminarBesillos chiquilla.
es delicioso sentir bajo tus pies esos brillantes granos como den ese calor
ResponderEliminarque al limpiarlos en el agua nos roban un suspiro.
gracias por tus comentarios
rosas
siempre g marin méxico