viernes, 23 de agosto de 2013

Sin más:





                                                                           Imagen de Internet



No, no me gustas y nunca me gustarás.
Tienes al hombre que quiero,
Al hombre que tú no quieres,
yo lo quiero y lo quiero  en libertad,

Libre, no lo quiero atar con maromas
no quiero amarrarlo entre mis piernas.
El refugio que tú le das
se parte entre mis muslos y le dan su libertad.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 Éxodo 22, mi ira se encenderá y os matara a filo de espada.   Hola Pichín, hace algún tiempo que nos conocemos, bueno, que te conozco. ...